¿Su vida gira entorno a su trabajo? ¿Es usted una persona que se lleva impregnados en su camisa los problemas laborales?. Entonces, probablemente usted este atravesando las consecuencias de la dependencia y el estrés laboral.
Muchas personas comienzan su jornada laboral quejándose y así la completan; sin embargo, sólo sus seres queridos se percatan de esto. “Dependencia al trabajo” es el término que muchos psicólogos ocupacionales han adoptado para definir mejor la esencia de este problema. Se ha visto que estas personas prefieren estar en el trabajo que en su casa para evitar así afrontar ciertas dificultades referidas a su vida personal y emocional. Muchos se preguntan si el problema se origina por el exceso de trabajo o si comienza en el hogar; sin embargo, el punto crucial radica en que, actualmente no sólo la persona sufre las consecuencias del estrés laboral sino también su familia.
CARACTERÍSTICAS
Las personas con una alta dependencia laboral están sobre involucradas con su trabajo y han dejado de lado otras áreas importantes de su vida. El trabajo ha comenzado a apoderarse de las noches, fines de semanas y vacaciones. En general se trata de personas controladoras con serias dificultades a la hora de delegar tareas, lo cual les confiere un mayor estrés.
Pese a que trabajan durante largos periodos, no necesariamente se trata de personas altamente productivas o efectivas. Muchos de ellos caen en las trampas del perfeccionismo y tardan mucho tiempo en corregir o alcanzar las metas de la impoluta manera que ellos quieren. Estas personas reducen su fuente de satisfacción a los éxitos laborales y minimizan los provenientes de la familia u otros reforzadores socio-recreativos.
Suelen padecer de múltiples problemas de salud entre los cuales se destacan el estrés (síntomas cardiovasculares, gastrointestinales, dermatológicos, etcétera), la fatiga, la ansiedad, el abuso en el consumo de sustancias e incluso dificultades en su vida sexual. En general, niegan tener este problema y son sus allegados quienes se lo señalan o los obligan a llegar a la consulta.
¿CÓMO ABORDAR ESTE PROBLEMA?
1. Modificando los pensamientos. Albert Ellis, una figura destacada dentro de la corriente cognitivo conductual, plantea que existen muchas ideas irracionales que moderan la conducta y las emociones de las personas.
En el ámbito laboral, una de las creencias que predomina refiere a que las personas debemos colmar las expectativas de los otros para sentirnos amados. Esta idea básica, impulsa a muchas personas a buscar la perfección y aprobación en todas las cosas que hacen; lo cual los transforma en cierta medida en sujetos dependientes del trabajo. O dicho de otro modo, convierten el éxito laboral en casi único sostén de la valoración de sí mismo, situación que perpetúa el problema. La terapia cognitivo conductual apunta a reestructurar estos pensamientos, cambiándolos por otros más adaptativos.
2. Poniéndonos en acción. Mediante el aprendizaje de una serie de herramientas conductuales las personas logran hacer un mejor balance de su jornada laboral. Una de las técnicas que resulta útil es la de sustitución de tareas. Es decir, se instruye a la persona para que no inicie tareas nuevas hasta no haber completado las que emprendió previamente.
Las creencias irracionales de estas personas se centran en que el ocio es “una pérdida de tiempo”. Mientras el terapeuta ayuda al paciente a corregir estas creencias, también lo entrena para que aprenda a concretar actividades en su tiempo libre. El hecho de agendar las actividades de ocio suele hacer que estas personas las incorporen como un hábito y luego las realicen espontáneamente. Se entrena también al sujeto para que gradualmente ensaye el arte de delegar tareas en otras personas de la organización para disminuir su estrés. Otra estrategia efectiva radica en establecer limites de horario y cantidad de trabajo. La regla consiste en responsabilizarse solamente por aquello que sea racionalmente alcanzable durante la jornada estableciendo prioridades. Esto ayuda a disminuir sentimientos de frustración y ansiedad por metas no alcanzadas. Asimismo, el estrés y la ansiedad pueden disminuirse significativamente mediante el aprendizaje de técnicas de relajación.
EN SÍNTESIS…
Trabajando menos horas y obteniendo los mismos o mejores resultados, estas personas (y sus seres queridos) pueden adquirir una mejor calidad de vida e incorporar lo que hasta hace un tiempo consideraban un “pecado capital”: el tiempo de ocio.
Lic. Psic. Maira Tiscornia
2009